martes, 14 de junio de 2011

Telde - Auditorio - Tamaraceite - Bco. Guayadeque - Telde

Domingo 12 de junio

Este día como de costumbre el compañero Jesús vino a recogerme al Centro Comercial La Estrella a las 7'30 horas.

Después de los saludos de rigor, tocó preguntarle por su estado de salud. Días antes había tenido una caída y tiene un dolor en lado izquierdo, junto al pecho. ¡Por cierto no le llamado para ver que le ha dicho el médico en el día de ayer!.

Nos dirigimos a recoger a Miguel y Domingo, que llevábamos tiempo sin salir juntos. Abrazos, besos y para Las Palmas. Arrancamos de los altos de Jinámar hacia la primera cuesta del día, Cuesta Ramón, buenas sensaciones, a pesar de estar cargadillo del puñetero cigrarro. Bajamos hasta llegar al cruce de la autovía. Miguel y Domingo se metieron en ella y Jesús y yo, tiramos por el interior, camino sin complicaciones, salvo en un túnel que hay que bajarse, después de pasar por la entrada del Tívoli. Nos estaban esperando junto a la nueva figura instalada en la Playa de la Laja.

Avenida Marítima hasta Santa Catalina, donde paramos para tomar un café.

Continuamos por las calles en dirección al Auditorio, cogimos la carretera y antes de llegar a la autovia dirección Arucas, nos desviamos a la izquierda, entre naves para pasar por debajo del puente en dirección al potrero o Aguas de Firgas.

Fuerte subida, por carretera, no transitable para vehículos, pero con unas vistas espectaculares, tanto de la Playa de Las Canteras como de la costa norte.

Al terminar la subida conectamos con unos caminos que nos llevan a una urbanización que desconozco en este momento su nombre, y que después nos llevó hasta Tamaraceite (C.C. Tamarán). Desde aquí por carretera, entre viviendas de Hoya Andrea, Cruce de Los Tarahales y autovía hasta el puente que nos conduce al Barranco del Guiniguada.

Tanto Jesús como yo, nos esperábamos tener que coger la autovía, y en un punto Jesús dijo que no circulaba por ahí. Menos mal, que vimo a Miguel salta la valla, de lo contrario el grupo podría haberse disuleto o reagruparse en otro punto.

Bajamos con la bicicleta a cuestas hasta llegar al mismo Barranco, y de aquí hasta La Playa de la Laja, a toda pastilla por el Barranco. Las fuerzas me eran favorables.

En La Laja nos paramos a tomar un refresco y unas tapas. En ese lugar se puede parar a pesar, de que las medias raciones eran casi tapas, pero el precio final resultó ser de tapa. Tampoco los calamares estaban muy buenas, al contrario que la carne de cochino.

De aquí directo hasta el punto de inicio. Al la altura de Jinámar, la suerte me acompañó, ya que un coche se saltó un stop, y apunto estube de colisionar. Menos mal que se quedó en anécdota.

Un fuerte abrazo.

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